Cómo lucir los pendientes de aro

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Las tendecias joyas 2018 hablan claramente: los pendientes de aro son el clásico must have para estrenar con cualquier outfit. Sin embargo, este no es el primer momento de fama para esta particularísima joya: los pendientes de aro ya fueron protagonistas de los años Ochenta y Noventa, pero sus orígenes echan raíces en épocas aún más lejanas.



Breve historia sobre los pendientes de aro

Los primeros testimonios remontan a los pendientes en forma de círculo en oro, plata y bronce de la época de los Sumerios, cuando las mujeres lucían estas joyas para adornar sus orejas. Pero esos no fueron prerrogativa solo femenina: los pendientes de aro, a lo largo de la historia, se han convertido en el acceosrio favorito de muchos hombres, no solo con fines estéticos, sino también por su significado simbólico.

En la época de la Roma Antigua Antigua se elegiron como símbolo social de fuerza y riqueza, mientras a la mitad del siglo XVII los piratas empezaron a llevarlos como empeño para asegurarse un entierro apropriado en el caso de que hubieran encontrado la muerte en el mar. Además, desde siempre, las mujeres de diferentes culturas afroamericanas y latinas los ponen como símbolo de identidad y de fuerza.



El regreso de los pendientes de aro: de los años Ochenta hasta hoy

En las últimas décadas los hemos visto puestos por las iconas pop más populares: desde Cher hasta Madonna, por ejemplo, que durante los años Ochenta elegiron los pendientes de aro en sus versiones más grandes y llamativas. El período específico entre los años Noventa y principios de 2000 representó un nuevo momento de notoriedad para los pendientes de aro: las divas Beyoncé y Jennifer Lopez los trajeron de nuevo en boga, iponiéndolos tanto con los looks más deportivos, el chándal en acetato de color y los crop-top, en puro estilo años Noventa, como con vestidos de cóctel y outfits más elegantes.

El último regreso de los pendientes de aro tuvo lugar el año pasado, y esta tendencia parece no querer parar tampoco en 2018: los accesorios en forma de círculo para poner en las orejas son un verdadero must have, que sean grandes, pequeños, decorados o enriquecidos por charms.

Y ese trend no contagia solo a lo street style, porqué muchísimas son las modelos que los llevan, desfilando por las paserelas más famosas, desde Michael Kors a Magda Butrym. Y además hay ellas, las It Girl del momento, que jugaron un papel fundamental en poner de moda otra vez los círculos en cualquier forma Kendall Jenner, Gigi y Bella Hadid, pero también la estrella del pop Rihanna.



Poner y combinar los pendientes de aro

Después de haber repasado la historia, y visto como los llevaron las celebridades, surge la pregunta: ¿y nosotras cómo los llevamos los pendientes de aro? Según nuestros hábitos con respeto a look y estilo, podemos encontrar el par de círculos que mejor encaja con nuestro outfit.


Muchas mujeres aman llevar el pelo recogido durante el día: el moño clásico o enmarañado, si no una cola de caballo alta, se casan perfectamente con un par de pendientes de oro grandes, que según la fabricación se podrán juntar tanto con la camiseta bon ton para el trabajo, como con el jersey de cuello alto durante el tiempo libre o bien con las camisetas con escote de barco para las ocasiones más divertidas.

Pendientes Bella Moonlight Semicirculo grandes

Entre las reglas fundamentales para combinar perfectamente las joyas hay seguramente la que establece que pendientes grandes y collares no deben ir juntos: un círculo con dimensiones importantes o muy trabajado debe ser el protagonista del look y el cuello debe por eso quedar libre.


Aretes con estrellas y circones

Hay quienes prefieren, en cambio, dejar el pelo suelto sobre las espaldas o bien desplazado tras las orejas: la elección ideal en estos casos son los pendientes de aro pequeños imples y sutiles, o con solo pequeñas decoraciones que den un toque de luz a tu look.

Esta parece ser la solución ideal incluso para quienes no quieren renunciar en poner otras joyas. Unos pendientes de aro pequeños pueden combinarse perfectamente, por ejemplo, con un collar largo, con o sin colgante, que deslizará sobre la ropa sin sobrecargar la zona del cuello.

Pero los círculos no solo se diferencian en grandes y pequeños: los pendientes modernos se enriqueces cada vez más de detalles y decoraciones que los convierten en un accesorio absolutamente gramour y versátil, que consigue adaptarse a cualquier ocasión. Un par de círculos de ese tipo logran valorizar todos los outfits más minimales: serán perfectos junto a un vestidito con líneas sencillas, con un look en blanco y negro o incluso con una camiseta simple a la que queremos da un toque personal.

Los círculos se transforman talvez en pendientes colgantes, discretos y elegantes, para llevar con atuendos más sobrios, que buscan el detalle final para completarse. Un accesorio esencial y a sabor contemporáneo, perfecto para los looks dedicados al trabajo u otras situaciones más o menos formales en las que queremos ser chic sin caer en el exceso.